El hábito de morderse las uñas o onicofagia es común, especialmente en momentos de estrés, ansiedad o aburrimiento. Aunque muchas personas lo consideran un hábito inofensivo, sus repercusiones van más allá de la apariencia estética de las uñas. Morderse las uñas tiene un impacto significativo en la salud bucodental, lo que puede provocar una serie de problemas en dientes, encías y mandíbula. En este artículo analizaremos los efectos de esta práctica en la salud oral y cómo puede afectar a largo plazo.
¿Qué es la onicofagia?
La onicofagia es el término médico que describe el hábito compulsivo de morderse las uñas. Esta conducta puede iniciarse en la infancia y, en muchos casos, persistir en la vida adulta. Aunque algunas personas lo ven como un comportamiento involuntario o una forma de lidiar con la ansiedad, la onicofagia puede ocasionar daños importantes no solo en las uñas y la piel circundante, sino también en la estructura dental y las encías.
Impacto de morderse las uñas en la salud bucodental
1. Desgaste del esmalte dental
El esmalte es la capa externa y protectora de los dientes, y su función principal es defenderlos contra el desgaste, las caries y la sensibilidad. El constante contacto entre los dientes y las uñas durante el hábito de morderlas provoca desgaste del esmalte, lo que debilita los dientes y los hace más vulnerables a sufrir caries. El esmalte no se regenera, por lo que el daño que sufre es permanente, y las zonas afectadas pueden requerir tratamientos restaurativos.
2. Alineación y desplazamiento dental
Morderse las uñas puede alterar la alineación de los dientes. El constante estrés mecánico que los dientes reciben al morder objetos duros como las uñas puede provocar pequeños movimientos que, con el tiempo, alteran la posición natural de los dientes. Este desplazamiento puede afectar la mordida y generar la necesidad de tratamientos de ortodoncia para corregir la alineación dental.
En casos más graves, morderse las uñas puede llevar a problemas en la articulación temporomandibular (ATM), lo que resulta en dolor en la mandíbula, dificultad para masticar y, en algunos casos, dolor de cabeza.
3. Daños en las encías
Otro aspecto negativo de morder las uñas es el riesgo de dañar las encías. Cuando las uñas y fragmentos de estas entran en contacto con el tejido gingival, pueden provocar pequeñas heridas o microtraumatismos. Estos cortes son puntos de entrada perfectos para las bacterias, aumentando el riesgo de infecciones, inflamación y enfermedades periodontales. Además, la irritación constante de las encías puede provocar gingivitis, una enfermedad inflamatoria de las encías que, si no se trata, puede evolucionar a periodontitis, una condición más grave que puede llevar a la pérdida de dientes.
4. Infecciones bucales
Las manos y uñas están en constante contacto con diferentes superficies, lo que las convierte en portadoras de una gran cantidad de bacterias. Al morderse las uñas, estas bacterias ingresan a la boca, aumentando el riesgo de infecciones orales. La introducción de gérmenes en la cavidad oral puede provocar infecciones en las encías y en los dientes, así como enfermedades más severas como abscesos dentales.
5. Mal aliento y problemas estomacales
El contacto frecuente de los dedos con la boca durante la onicofagia no solo introduce bacterias en la cavidad bucal, sino que también puede provocar halitosis o mal aliento. La acumulación de bacterias en la boca es una de las principales causas de mal aliento, y este problema se agrava cuando se añaden microorganismos externos a la ecuación. Además, si las uñas mordidas y otros residuos son ingeridos, pueden llegar al sistema digestivo, provocando infecciones y otros problemas estomacales.
Cómo afecta la onicofagia a los tratamientos dentales
Ortodoncia y morderse las uñas
Aquellas personas que utilizan brackets o aparatos de ortodoncia deben ser especialmente cuidadosas con este hábito. Morderse las uñas ejerce una presión adicional sobre los brackets, lo que puede provocar que se despeguen o se rompan, alargando el tiempo de tratamiento y aumentando los costes. Además, en los casos en que se utilizan alineadores invisibles, las uñas mordidas pueden dañar los alineadores o hacer que no se ajusten correctamente.
Implantes y prótesis dentales
Los pacientes que han recibido implantes o utilizan prótesis también deben ser conscientes de los riesgos de morderse las uñas. El esfuerzo mecánico constante puede dañar los implantes y reducir la vida útil de las prótesis dentales. Además, las encías inflamadas o infectadas como resultado de la onicofagia pueden comprometer la correcta integración de los implantes dentales.
Consejos para dejar de morderse las uñas
Dejar de morderse las uñas no es fácil, ya que se trata de un hábito profundamente arraigado en muchas personas. Sin embargo, existen algunas estrategias que pueden ayudar a reducir o eliminar este comportamiento:
- Mantener las uñas cortas y bien cuidadas: Las uñas cortas reducen la tentación de morderlas.
- Utilizar esmaltes amargos: Hay productos diseñados específicamente para evitar que las personas se muerdan las uñas. Su sabor desagradable disuade el comportamiento.
- Identificar los desencadenantes: Si la onicofagia está relacionada con el estrés o la ansiedad, es importante identificar los momentos o situaciones que desencadenan el hábito y encontrar alternativas saludables, como el uso de una pelota antiestrés o técnicas de relajación.
- Mantener la boca ocupada: Mascar chicle sin azúcar o utilizar una goma de mascar puede ayudar a reducir la necesidad de morderse las uñas.
Preguntas frecuentes
1. ¿Morderse las uñas puede causar caries?
Sí, el desgaste del esmalte dental causado por morderse las uñas puede hacer que los dientes sean más susceptibles a las caries. Además, la introducción de bacterias en la boca al morder las uñas puede aumentar el riesgo de infecciones y otros problemas bucales.
2. ¿Puedo dañar mis brackets si me muerdo las uñas?
Sí, morderse las uñas ejerce presión adicional sobre los brackets, lo que puede hacer que se aflojen o se rompan, alargando el tratamiento ortodóntico y aumentando los costes.
3. ¿Qué puedo hacer para dejar de morderme las uñas?
Existen varios métodos para dejar de morderse las uñas, como mantenerlas cortas, usar esmaltes amargos y encontrar formas de reducir el estrés o la ansiedad, como mascar chicle o usar una pelota antiestrés.
Conclusión
El hábito de morderse las uñas no solo tiene efectos negativos en la estética de las manos, sino que también impacta de manera considerable la salud bucodental. Desde el desgaste del esmalte hasta el riesgo de infecciones y problemas en la alineación dental, las consecuencias pueden ser serias. Si bien dejar este hábito puede ser un desafío, es fundamental tomar medidas para proteger tanto la salud oral como general. Mantener una buena higiene bucal, acudir regularmente al dentista y buscar ayuda profesional si es necesario son pasos clave para evitar los daños asociados con la onicofagia.